lunes, 30 de mayo de 2011

Por una economía de mercado sostenible (II)

Dijo Henry Ford "No quiero fabricar coches que mis trabajadores no puedan comprar" Teniendo en cuenta que el empresario no se caracterizó precisamente por velar por las condiciones laborales de sus empleados, parece claro que hacía el énfasis en el coche. Pero si ponemos el foco en los trabajadores y consideramos que los trabajadores acaban siendo, finalmente, los consumidores últimos, la frase se convierte en un buen ejemplo de mi propuesta de Economía de Mercado Sostenible: no vale la pena producir nada si no genera suficiente poder de compra como para ser comprado, lo cual significa que la contraprestación recibida por la venta tiene que ser suficiente como para cubrir los costes de los materiales, obviamente remunerar al empresario, pero cuidar también de que los trabajadores mantengan también su nivel de compra. Este es, en esencia, el principio básico del equilibrio de mercado.
Evidentemente, esto no reza para las empresas una a una, pero debe ser contemplado desde un punto de vista lo suficientemente amplio como para considerarlo mercado. Y, en cualquier caso, "Piensa globalmente, actúa localmente" Y yo añadiría "Piensa a largo plazo, actúa a corto".

No hay comentarios:

Publicar un comentario