Diréis que soy un poco obsesivo, pero es que se dan dos circunstancias: me gustan los coches, y soy de los que piensa que la estadística de venta de vehículos es un buen indicador de la marcha de la economía, tanto de la producción como del consumo. Por la producción, por la importancia que tiene la industria automovilística en nuestro país; no sólo por las multinacionales en sí, sino también por toda la industria auxiliar local que arrastra, tanto en fabricación como en distribución; y no sólo por la inversión y los beneficios que genera, sino también por la creación de empleo. Y por el consumo, porque es una de las compras de "bienes de equipo" de las familias que funciona de forma autónoma (es decir, no depende de otras actividades, como la compra de mobiliario y electrodomésticos, muy relacionadas con la compra de viviendas), y muestra tanto la confianza de los particulares en la economía, como su capacidad de compra y su poder de endeudamiento para bienes de consumo.
Comenté hace unos días la evolución de la venta de turismos del mes de mayo. Esta semana se ha conocido la estadística de ventas del mes de junio, con unos datos si cabe peor que los anteriores.
En este primer semestre se ha vendido un 26,8% de turismos y todoterrenos menos que en el mismo periodo del año pasado, pero el descenso en el tramo de particulares ha sido del 50%.!! En esta ocasión, las ventas a empresas también sufrieron una caída del 9,9% y la de rent-a-cars, del 6,8%. Para dar una sensación de la magnitud de la caída, el mercado representa justo el 50% del mismo periodo del 2007; es decir, el momento precrisis; y llega a niveles de 1993, en las secuelas de la crisis del '92. Eso sí, el segmento de coches de lujo registró un aumento del 79%, que mantuvo su crecimiento en el 121,5% en estos 6 primeros meses de año.
Está claro que la crisis no está siendo igual para todos. Pero si mi teoría es acertada, éste un un mal síntoma sobre las posibilidades de recuperación de la economía.
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